Friday, December 02, 2005

Capítulo XXVII - La verdadera Helen

Es menester que este escriba, antes de comenzar a contarles lo que sucedió cuando Tito entró al consultorio de Helen, ponga chill out, encienda un cigarrillo, y se abstraiga lentamente del entorno. Sólo las letras y yo, por que como esto es una novela berreta improvisada, sólo puedo ir puliendo el método de hechura.

Y el método es así: Escribo compulsivamente, salga lo que salga, y se publica, con errores y todo lo que sea. No edito, no borro, no corrijo. Nada. Sí me tomo tiempo para buscar imágenes acordes.

A veces, sí, debo confesarlo, tengo que releer el último capítulo para ver en que corno estaría pensando cuando lo cerré y coloqué el “Continuará”.

A veces es por que se me hace tarde para retirar a mis hijos de la escuela. En los capítulos mañaneros, como este que intento escribir ahora.

Otras, por ser tarde y el alcohol y el tabaco me están meciendo la cuna.

Las menos, por que otras obligaciones me hacen derrapar de mi oasis literario-berreta y me escupen hacia el mundo real, ese que tiene amigos, boletas impagas, problemas y rollería por doquier.

Bueno, ok. Era eso, nomás. Como para que sepan comprenderme si en algún momento peco de intemporáneo, o de reincidente en determinadas situaciones, o si ven muchos errores de ortografía. Arranco.


Tito la miró soslayadamente, mientras con una mano corría la silla que lo invitaba a sentarse.

- Tito…lo que voy a decirle ahora puede ser impactante, me gustaría saber primero como se siente usted. Cuénteme. Hagamos de esto algo sincero, por favor, Necesito y quiero conocerlo tal cual cree que está hoy, ahora, y aquí conmigo. Y mientras decía esto… cruzaba de manera exquisita dos larguísimas piernas torneadas por un dios, y dejaba adivinar un muslo de piel tersa y joven por el tajo de una pollera de calidad y buen gusto indiscutibles.
- Necesito ser totalmente sincero, doctora? Hay cosas de las que preferiría no hablar… Tito no podía dejar de mirar el escote tentador…
- Vamos a hacer algo más simple. No quiero que me trate mas de “usted”, Tito. Necesito que sepas que estoy para ayudarte, y para contenerte. Lo que va a sucederte es algo extraordinario, y quiero que tengas claro que voy a estar a tu lado para apuntalarte si es necesario…

“Basta”, dijo Tito, visiblemente ofuscado, y pasando de la excitación a la indignación de manera automática.
- “Hace días que todos se hacen los misteriosos y sospecho que es por algo especial que me han puesto una mujer tan hermosa como vos de tutora/medica/amiga”. “De qué mierda se trata todo esto?”

- Así me gusta más, Tito… ese enojo me gusta. Voy a serte clara y concisa: Es casualidad que yo esté acá con vos, hoy. O no. Pero resulta que soy la Jefa de Investigaciones de Neurología de este lugar, y soy la desarrolladora del chip que te colocó Abel hace tiempo.
También soy la única con capacidad suficiente para devolverte tu vida anterior. Te quedó claro?

- Mi vida anterior? Cómo…
- Sí, Tito. Cuando Abel te puso el chip de seguimiento, no sabía que lo diseñe de manera tal que, al borrarte la memoria para colocarte módulos de comportamiento que te convirtieron en un asesino casi perfecto, guardara en un módulo de acceso restricto solo a mi, toda tu vida anterior. Tus recuerdos, tu niñez, tus empleos, tus mujeres. Cuando te extirpé el chip, el que te entregó el Sr. Espinosa, acordamos devolverte todo lo que te pertenecía, fue así que lo guarde en un nuevo chip que voy a implantarte en cuanto terminemos algunos chequeos…y destruí el viejo.

Creo que varios hubieran pagado por ver un replay del rictus de nuestro amigo al escuchar esas palabras. Volver a ser el viejo Tito , ese que iba a la oficina, ese que no queria coger más con la mujer, ese que estaba harto de la rutina, ese que hace un tiempo, empezó a chatear por indicación de un amigo pirata. Todo, todo de nuevo..pero, ya nada sería como antes.

- Entonces… volvería a tener todos mis recuedos….y mi vida volvería a ser la de antes?
- No, Tito.. sólo te devolvemos tus recuerdos. Luego de ello, serás de nuevo el hombre que fuiste alguna vez, pero vas a quedarte acá, en Ciudad del Este, trabajando no para Carlos, sino con Carlos. Vas a ser el hombre más importante de esta organización., después de él. Vas a ser poderoso. Muy poderoso. Aún no podrías entender cómo manejar lo que te va a pasar, y un mero asesino frío y calculador, como lo sos ahora, no le alcanza a la organización. No pienses tampoco que esto es un regalo, en lo absoluto: Para que seas eficiente y co-dirijas toda la organización con Carlos, necesitamos que seas un hombre sensible, con pasado y recuerdos. Necesitamos al viejo Tito. Por que vas a encargarte de tareas sumamente importantes dentro de poco tiempo, y la sensibilidad , es condición sine qua non.
- Y si me niego a hacerlo?
- Bala, Tito. Y diste tu respuesta, ya. Es tarde para salir. …. no nos fuerces a pensar que nos podés fallar en cualquier momento. Es la última oportunidad para jugártela por lo más importante que te podría pasar. Tenemos que confiar en vos, y queremos hacerlo.




Y aparte…me encantaría trabajar para vos..serías un jefe..interesante….quizás..un amigo….

La doctora Helen, era una eminencia mundial en neurocirugía. Cosa cierta.
Pero también era una perra hermosa, fría, calculadora, y demasiado sensual.

Continuará.

0 Comments:

Post a Comment

<< Home