Wednesday, September 21, 2005

Sumando experiencia, gastando tiempo - Capítulo VII

En los dos meses subsiguientes, ni noticias de Vero. COmo si se la hubiera tragado la tierra. (léase: la mina lo recontra-bloqueó) Aún no sabemos por que...(aún, je.)
La cosa fue madurando. Ya pocas cosas tenían secretos para Tito, pero aun no había concretado encuentro alguno, por que se había quedado re-caliente y, descreyendo de todo, se prometió no volver a intentar un meeting.
Así pasaron salas y salas de chat diversos, e incluso trabó amistad con un gay buena onda y un caballero, no de esos putos reventados que entran co "Pasivo_busca_macho" o cosas así. No, señor, este se llamaba Gustavo, el cual también merece un capítulo aparte, por que tenia una doble vida muy pero muy perversa. Al final de este capítulo se los comento.
Y así, decía, pasaron Ana, Anita, Julia, Andreas (4 andreas) y como 30 nombres más, que iban a parar a su cada vez más protegido MSN.
Había logrado balancear su tiempo de conexión, y ya había entendido que horas eran las más convenientes.
Y así, iba conociendo vidas de mujeres diversas, algunas lejanas, otras, ahi nomás, a su alcance.
Pero seguía renegadísimo.

Sigo doppo.

Nota: Gustavo. Detallo la personalidad por que quizás aparezca de nuevo, si es que a Tito se le salen los patitos de la fila.
De día, empleado público...de noche... master. Para los que no son duchos en este tema, les cuento que es algo así como el amo, ese que se pone todo de cuero, látigo y mostaza, y casca a otros tan o más desviados que el. Via MSN y listas de Correos, sumaba cada vez más y más mancebos y los alojaba en un hotel a la vuelta de su casa. O a veces, los llevaba a un sauna gay y ahi se mataban, literalmente. Hiperpromiscuo, tenía la mayor colección de videos porno de la ciudad. también andaba metido en algo de Turismo sexual, cositas así. Tenía siempre lista una valijita llena de chiches locos...bah, locos no, tenía una colección de porongas de diversas texturas y tamaños, una cosa de locos, y otros artilugios un poco menos habituales, amén de muchisima vaselina siempre presta a ser destapada, en cualquier circunstancia y lugar.
Decía que ya se lo habían comido varios en su trabajo, pero no era demostrable. Y además, desde que le anearon otro área a su oficina, tenía competencia: Un sociólogo de su misma condición, pero era un tipo con más humor, simpático, pero demasiado zafado. De cualquier manera, se relacionaba con el resto de mejor manera que Gustavo, y eso no le gustaba ni mierda (a Gustavo, eh? aclaro por que siempre algún boludo pregunta a quién no le gustaba)
Como todo maraca, era de buen corazón, pero su especial condición de master hacía que fuera camandulero, buchón y en contra del sistema, siempre. Era especial, digamos.
C´est fini.

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